martes, 7 de marzo de 2023

EL POEMA "AMANECER" DE BORGES, SOBRE LA FILOSOFIA DE BERKELEY .

George Berkeley, filósofo irlandés, muy influyente cuyo principal logro fue el desarrollo de la filosofía conocida como idealismo subjetivo o inmaterialismo, dado que negaba la realidad de abstracciones como la sustancia material. Analizó  las cosas sensibles y halló que estaban compuestas únicamente de impresiones sensibles, es decir, por representaciones o ideas formadas en nuestra mente. Identificó, por consiguiente a las ideas, que eran a su vez impresiones sensibles. A esto llamó Berkeley su idealismo.
Así, pues, haciendo abstracción de nuestras percepciones, para Berkeley las cosas sensibles no son nada. Por consiguiente sólo hay seres que perciben y son percibidos, o con otras palabras: "sólo hay ideas y espíritus..."
La idea fué recogida por J.L.Borges, como inspiración para escribir su poema "Amanecer", publicado en su libro de poemas "Fervor de Buenos Aires(1923)":

AMANECER

En la honda noche universal

que apenas contradicen los faroles

una racha perdida

ha ofendido las calles taciturnas

como presentimeinto tembloroso

del amanecer horrible que ronda

los arrabales desmantelados del mundo.

Curioso de la sombra

y acobardado por la amenaza del alba

reviví la tremenda conjetura

de Schopenhauer y de Berkeley

que declara que el mundo

es una actividad de la mente,

un sueño de almas,

sin base ni propósito ni volumen.

Y ya que las ideas

no son eternas como el mármol

sino inmortales como un bosque o río

la doctrina anterior

asumió otra forma en el alba

y la superstición de esa hora

cuando la luz como una enredadera

va a implicar las paredes de la sombra,

doblegó mi razón

y trazó el capricho siguiente:

Si están ajenas de sustancia las cosas

y si esta numerosa Buenos Aires

no es más que un sueño

que erigen en compartida magia las almas,

hay un instante

en que peligra desaforadamente su ser

y es el instante estremecido del alba,

cuando son pocos los que sueñan el mundo

y sólo algunos trasnochadores conservan,

cenicienta y apenas bosquejada,

la imagen de las calles

que definirán después con los otros.

¡Hora en que el sueño pertinaz de la vida

corre peligro de quebranto,

hora en que le sería fácil a Dios

matar del todo Su obra!

Pero de nuevo el mundo se ha salvado.

La luz discurre inventando sucios colores

y con algún remordimiento

de mi complicidad en el resurgimiento del día

solicito mi casa,

atónita y glacial en la luz blanca,

mientras un pájaro detiene el silencio

y la noche gastada

se ha quedado en los ojos de los ciegos.

(J.L.Borges "Amanecer") Ver menos

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