sábado, 10 de diciembre de 2011

Suburbio


























 La calle Olavarría
Atardeció triste
Como el funeral de un Papa bueno.

Los hombres
Se deslizaron por los postes de luz
Desde las proas obscuras
Para flotar en la atmosfera pueblera
De los bares
Multitud de poses varoniles
Se disputaban los torsos
Y las manos
Se agitaban nerviosas

Quizás,
Para olvidar catecismos tan viejos
Como el desamparo.

Hay algo en la tarde del suburbio
Que se te escurre hasta los órganos
Que te lleva hasta el límite
Donde la identidad de los hombres
Se confunde con el viento y con el polvo


Jorge Tejera Soengas
Febrero de 1976

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