domingo, 11 de septiembre de 2011

Los estúpidos, los pasotas y otros bellos personajes

Ya volvimos de Córdoba y ahora estamos en Capital Federal nuevamente.

La ciudad en la que el Lobo y yo nacimos en los ’50.

El vivio toda su infancia y juventud en el barrio de La Boca, en una casa familiar que compartía las piezas, las alegrías y las tristezas de unos gallegos trabajadores y buenos y su prole. Un mundo de hijas, maridos y nietos.

Yo naci en Palermo. Ese hermoso barrio que cuando era Palermo Viejo tenía un encanto infinito para mi. Ahora entre Queens, Hollywood, y otros nombres bobos que inventan las inmobiliarias ya no sé bien, qué es Palermo. Casi que se confunde con ese reducto oligarca que es Palermo Chico.

Y tanto parece confundirse que los ciudadanos del Viejo Palermo, quieren parecerse a los ciudadanos del Viejo País, es decir Palermo Chico.

Quieren parecerse tanto, pero tanto, tanto, que hasta votan masivamente por un tirifilo que vive en ese barrio insignia de los conservadores, los abogados cagatintas y los ganaderos tramposos.

- ¿Cómo definirías a un hombre derrotado?- y lanza una bocanada, mientras se queda mirando como los arabescos y los remolinos que el humo hace al subir

- ¿Te sentís derrotado?- le pregunto con sorna

- Jamás estimado amigo. En mi ADN, del que comparto con el tuyo toda la trama del orgullo personal y el compromiso, la derrota es un enemigo presente al que siempre se combate. Me refiero con la pregunta a algo que yo llamaría “pasotas”

- Es un término algo viejo. Creo que si vas a una plaza de Barcelona y hablas con los “indignados” actuales ninguno de ellos sabe lo que es un “pasota”-le digo

- Bueno, la calificación salió del lenguaje coloquial español cuando Carrillo lo llamo así a Felipe González. –Ese pasota ¡- gruñe, simulando el acento de un español.

- Carillo…?

- Si, Santiago Carrillo, el jefe del Partido Comunista español

- ¿Asi que él le dijo “pasota” a Felipe González?-pregunto

- Si. EL término es ilustrativo. Es la persona a la que la vida le “pasa”. Es el que tiene un estilo pasatista y de bajo compromiso, como esos pequeños simios que usan globos amarillos y habla “tipo nada, viste?” en las campañas del PRO.

- Entiendo.¿ Pero que tiene que ver con la pregunta sobre la derrota?

- Bueno, el hecho es que ese pensamiento pasatista tiene sus consecuencias. La principal- a mi entender- es que un individuo deja de ser tal, es decir deja de ser individuo. Me refiero a individuo como alguien que tiene conciencia de lo que es, y donde vive. El pasota es esencialmente lo opuesto. El pasota solo cree en el presente, sin tener demasiada idea de que lo que eso significa.

- Un individuo según lo que decís no es ese dibujo “individualista” que nos pintan del pasota.-Acoto, solo para convencerme que el Lobo esta hilvanando al vuelo estas ideas.

- Es cierto. Individualismo como conducta, poco tiene que ver con conciencia individual. Con conciencia de la propia existencia.

Lo dejo pensar. Así es su cabeza, un caldero, un horno de alta temperatura donde las ideas se funden a partir de hierro viejo, de partes que nadie usa.

Tomar esas partes y hacer de ellas algo, es artesanía. Llevarlo a un modelo que los demás usen, es ingeniería.

Por ahora sus ideas están en la cocina, en la prueba y error. Artesanía en estado puro.
Pero eso, esa vitalidad para transformar en algo nuevo un pensamiento aislado, perdido, y llegar a fundirlo para producir otro nuevo es lo opuesto a alguien derrotado.

Quizás es eso lo que me quiere decir. Así que lo dejo explayarse.

- Si una persona, no toma lo que la realidad le muestra y lo que su existencia le marca entonces es un alienado. Pero si encima eso lo llena - lo completa- con las imágenes y las ideas de aquel lo caga, que lo domina, entonces es un derrotado.

Veamos este escenario. El que aumenta los precios, produce el mensaje de la inflación y genera el miedo que eso suscita. El que genera el mayor odio y enfrentamiento se queja de la crispación reinante, según él producida por otros.

Quien hace eso tiene poder, no solo económico. Tiene poder social, tiene poder sobre el pensamiento de otros .Y ese sujeto convence a los otros que deben pensar como él. Que esos pobres infelices, deben creer que su enemigo es el enemigo de él. Del poderoso. Y entonces los congrega a unirse contra el mal, y los infelices lo siguen.

¿Qué son mi amigo esos seres?-me pregunta mientras pone en sus ojos, no solo la pregunta sino el dolor humano, que esa pregunta conlleva.

-Un derrotado- comento

Asiente con su gesto y se queda mirándome, viendo el efecto de sus ideas y luego vuelve a su cigarro.

La charla hizo corto el viaje.Ya salimos de la Capital y estamos en Canning y en un rato estaremos en Cañuelas. Pero voy a ir por adentro, Tristán Suarez, Spegazzini. Recorriendo el camino de la 205 paralela. El mismo, pero en sentido inverso al que hicimos en Noviembre de 1972 cuando fue el retorno de Perón.

En Cañuelas comeremos algo antes de tomar la ruta 3 y seguir hasta Lobos, donde nos esperan con nuestros informes sobre la actividad de la Fundación Mediterránea.
-No estaría mal que al vacío y al asado de tira lo acompañemos con Malbec.- Me dice haciéndose el distraído

- ¿A la parrilla de siempre?- le consulto

-Asi es mi amigo. A la parrilla de siempre

Pienso que en esa parrilla conocí a esa bailarina de tangos, amiga del Lobo, que me enseño a apreciar como un hombre puede guiar a una mujer en el baile y no sentirse un estúpido machista.

Casi que querría contarles esa historia, pero será -en caso de que me anime- en otra charla con el Lobo Alpha.

Ebais

No hay comentarios:

Publicar un comentario